Sentada en el sillón.
Todavía no ha vuelto.
Los primeros rayos del sol empiezan a colarse
por la persiana aun casi bajada.
Miro el reloj.
No avanza.
No vuelve.
A la derecha su maleta hecha.
Vuelvo a mirar el reloj, nada.
Apenas se a movido la aguja pequeña.
Marca y cuarto, las seis y cuarto.
Doy una vuelta por la casa.
Me empiezo a poner nerviosa,
pero se que debo hacerlo, es por mi bien.
Se oyen ruidos en la escalera.
El de el cuarto.
Se va a trabajar.
Vuelven los ruidos.
Pero no es el.
Voy a buscar la crema.
Para los moratones.
Ya son las siete.
Alguien mete la llave en la cerradura.
Esta vez si, ya esta aquí.
- Hola cariño.
- Adiós, y de cariño nada.
Esta borracho, mucho.
- Toma.
- Y esto?
- Un regalo?
- Es tu maleta, te vas ya mismo de aquí.
- Es una broma verdad?
- No bromeo nunca.
- Venga mujer... si sabes que no podrás hacer nada sin mi!
- Con empezar una nueva vida sin ti me basta.! Fuera te he dicho! o llamo a la policía!
Se va, esta vez para siempre.
Hasta nunca.
Lloro.Lloro.Lloro.
Le quiero.
Pero tengo derecho a vivir feliz.
Ser fuerte.
Es lo que tengo que hacer.